
En el ámbito de la seguridad, no todas las amenazas provienen del exterior. A veces, el propio sistema puede ser objeto de manipulación o sabotaje, comprometiendo su eficacia y poniendo en riesgo la protección de personas y bienes.
El sabotaje físico ocurre cuando se alteran componentes del sistema —como cámaras desplazadas, cables cortados o sensores dañados—, impidiendo la correcta detección o grabación. Por otro lado, el sabotaje lógico afecta al software o las comunicaciones: intentos de acceso remoto no autorizado, interferencias en la señal o manipulación de contraseñas son algunas de sus formas más comunes.
Señales de alerta que pueden indicar un sabotaje incluyen: cámaras que cambian de posición sin motivo aparente, pérdida repentina de señal, ruidos en la transmisión o alarmas que dejan de activarse. Detectar estos síntomas a tiempo puede evitar incidentes mayores.
Para protegerse, los usuarios deben realizar revisiones visuales periódicas, mantener el firmware actualizado, usar contraseñas seguras y confiar solo en redes cifradas. Por su parte, los técnicos profesionales de empresas especializadas como Viten Seguridad emplean sistemas avanzados de supervisión, detectores de sabotaje integrados y comunicación segura con central receptora 24 h, garantizando una respuesta inmediata ante cualquier intento de manipulación.
La prevención empieza con la confianza en soluciones profesionales y la verificación continua de los equipos. Porque en seguridad, cada detalle cuenta.
